Gracias a un trastorno del procesamiento sensorial, Willa tiene que trabajar duro para manejar algunas experiencias que no molestan a la mayoría de las personas. Willa tiene miedo de compartir esto con su mejor amiga Ruby, pero resulta que Ruby también tiene un lado privado: un trastorno de ansiedad. A medida que las futuras hermanastras se unen, se apoyan mutuamente